“Mercados húmedos” y COVID-19: Lo Que Necesitas Saber

(ADVERTENCIA: CONTENIDO EXPLÍCITO)

Mientras que el brote de COVID-19 se convierte rápidamente en una crisis en EE.UU. y más allá, la gente se está equipando con lo necesario, incluyendo conocimiento. El brote ha hecho que todos nos familiaricemos con términos como “nuevo coronavirus”, “cuarentena” y, aquí hay uno nuevo, “mercado húmedo”.

¿Qué es un mercado húmedo?

Los expertos creen que el nuevo coronavirus se originó en el mercado mariscos, Huanan, un mercado húmedo en Wuhan, China. Un mercado húmedo (a veces denominado “mercado de vida silvestre”) vende animales vivos y muertos para consumo humano, incluyendo peces, pájaros, tejones, murciélagos, pangolines (mamífero parecido al oso hormiguero con una armadura llena de escamas) y tortugas.

Jo-Anne McArthur / We Animals

El término le viene bien: estos mercados son húmedos. El agua salpica a los lados de cubetas abiertas llenas de animales marinos vivos, que inevitablemente serán asesinados; los pisos y topes de los puestos están manchados de rojo con las entrañas de los peces eviscerados y la sangre de los animales asesinados; y las tortugas se arrastran unas sobre otras, antes de que les corten sus caparazones mientras todavía están vivas:

Jo-Anne McArthur/WeAnimals

No es de extrañar que un virus mortal prospere en ese ambiente. Estos mercados, repletos de animales estresados ​​y seguramente aterrorizados, son ambientes ideales para el desarrollo de enfermedades como el COVID-19. Pero, ¿qué pasa con los mercados de animales vivos que existen aquí en EE.UU. o cualquier actividad de ganadería o producción animal? ¿Cuál es la diferencia entre estos pollos en un mercado húmedo en Taiwán…

Jo-Anne McArthur/WeAnimals

…y los más de 80 mercados de animales vivos y mataderos que operan en la ciudad de Nueva York? ¿Por qué son mejores los restaurantes de Los Ángeles, en donde se mutilan y sirven animales vivos a sus clientes, que los mercados húmedos en Asia? Los virus zoonóticos no se originan exclusivamente en los mercados húmedos. Los tipos de animales vinculados más comúnmente a los brotes virales en humanos son pollos y cerdos. Y EE. UU. alberga innumerables granjas donde los pollos son amontonados en pequeñas jaulas y los cerdos hacinados en galpones llenos de heces, y también mataderos donde pollos y cerdos son asesinados en pisos cubiertos de sangre, orina y otros fluidos corporales. Si bien, los eventos actuales han causado que muchos pidan el fin de los mercados húmedos y al comercio de vida silvestre en Asia, pero eso simplemente no es suficiente.

Para prevenir pandemias como el coronavirus, debemos poner fin a la demanda de carne completamente.

Se ha especulado bastante que los murciélagos vendidos para sopa (algunos de los cuales hacen amistades de manera similar a los humanos) podrían ser el punto de origen del COVID-19. Pero dado que los anteriores virus de la influenza se originaron en pollos y cerdos, no podemos culpar a los murciélagos u otros animales salvajes de estos brotes.

Los virus zoonóticos no son un problema de los mercados húmedos o del comercio de vida silvestre, son un problema humano. Las acciones de los humanos hacia otros animales generaron el COVID-19, y corregirlo depende de nosotros.

Enfermedades mortales como el COVID-19 seguirán apareciendo hasta que el mundo deje de comer animales. Si todos fuésemos veganos, el COVID-19, junto con el SARS y el MERS, probablemente no existirían. Además, los animales merecen algo mejor que esto:

Jo-Anne McArthur/WeAnimals

Así como no queremos infectarnos o morir por COVID-19, los animales no quieren sufrir ni ser asesinados para convertirse en comida. Los cerdos, por ejemplo, solo quieren estar en paz para cuidar a sus crías, proteger a sus amigos y descansar bajo el sol (igual que los humanos).

Gripe aviar, coronavirus, enfermedades cardíacas, salmonela… ¿cuándo se darán cuenta las personas, que comer animales mata de muchas maneras?

Sí, los mercados húmedos deberían ser prohibidos. Pero por favor, excluye carnes, huevos y lácteos de tu plato, antes de que la próxima enfermedad zoonótica mortal nos golpee.