Si las carpas doradas de compañía pudieran elegir a una ciudad como hogar, lo más probable es que querrían vivir en Roma, pero no porque quisieran ver el Coliseo o la Capilla Sixtina. Es porque la Ciudad Eterna ha aprobado una de las leyes de protección a animales de compañía más progresistas del mundo. Como ya es sabido, hizo que fuese ilegal confinar a las carpas doradas en peceras redondas porque no les proporcionan a estos animales sensibles e inteligentes el espacio, la estimulación mental, el control del clima u oxígeno que necesitan, que incluso les podría causar ceguera. También prohibió la cruel práctica de regalar carpas doradas como “premios”, por lo que a menudo los peces sufren y mueren prematuramente a manos de personas que no están preparadas para cuidarlos.
A medida que la comprensión humana sobre los animales considerados de compañía evoluciona y comenzamos a apreciarlos más y a respetar sus necesidades y derechos únicos, las ciudades y países en todo el mundo van aprobando leyes que lo reflejan.
Roma, por ejemplo, también requiere que los guardianes de los perros paseen a sus perros a diario, o paguen una multa de $ 625 dólares, y prohibió prácticas crueles, como dejar a los animales en autos calientes, exhibirlos en las vitrinas de las tiendas, usar collares de ahorque o eléctricos y someterlos a mutilaciones dolorosas e innecesarias como el corte de cola, el corte de orejas y la supresión de garras. “Necesitábamos enviar un mensaje contundente: [los animales] no son objetos”, explicó Cristina Bedini, de la oficina de derechos de los animales de Roma.
Roma no es el único lugar en reconocer que robarles a los animales partes de sus cuerpos es cruel y está mal. A principios de 2019, Nueva York se convirtió en el primer estado en prohibir la supresión de garras, que también se ha prohibido en Denver y en tres ciudades en California (Los Ángeles, San Francisco y West Hollywood), así como en Australia, Brasil, Inglaterra, Israel y Japón, y por una buena razón. La dolorosa y traumática supresión de garras a un gato es el equivalente a cortarle parte de los dedos a un humano.
Y del mismo modo en que las ciudades están reconociendo que los gatos necesitan rasguñar, se están dando cuenta cada vez más de que las necesidades sociales de los animales son importantes y están aprobando leyes que requieren que los guardianes les proporcionen la compañía adecuada para su especie. En Maumelle, Arkansas, es ilegal (en la mayoría de los casos) tener a un pájaro enjaulado solo, y en Suiza, los loros pueden considerarse víctimas de abuso si no viven o no tienen contacto social regular con otros loros. También es ilegal en ese país tener a un conejillo de indias viviendo solo, porque la compañía es muy vital para estos seres tan sociales que realmente pueden morir de soledad.
Berlín fue noticia cuando creó una “licencia de conducir para perros”, que, a pesar de ese nombre, no permite a los caninos operar un vehículo automotor, sino que los protege, exigiendo que la mayoría porte una correa mientras los pasean, a menos que pasen una prueba de entrenamiento. Es una medida de sentido común que evita que los perros corran hacia el tráfico y los protege de otros peligros.
Es alentador ver ciudades e incluso países enteros elaborando leyes que honran los derechos básicos y brindan protección a los animales considerados de compañía. Pero el mundo es grande, y en muchas partes, los animales todavía tienen poca o ninguna protección legal. No deberían tener que esperar a que las leyes se actualicen para poder recibir la atención básica que merecen. Necesitan personas amables que los defiendan en este momento.
Esto comienza con cada uno de nosotros. Tómate el tiempo para aprender más sobre las necesidades de tus compañeros animales, la sección de animales de compañía de PETA es un excelente lugar para empezar, y considera con honestidad si podrías hacer sus vidas más felices, menos estresantes y más gratificantes. Siempre hay margen de mejora, ya sea levantarse 30 minutos antes para llevar a los perros a dar un paseo adicional antes del trabajo (¡y dejarlos detenerse a olfatear los hidrantes durante el tiempo que quieran!), instalando una repisa en la ventana para darles a los gatitos algo interesante que mirar durante el día, o adoptar (no comprar) un compañero compatible para un pájaro o conejillo de indias solitario.
Los animales también se benefician cuando difundimos sus necesidades y ayudamos a las personas en nuestro círculo de influencia a comprender y cuidar mejor a sus propios animales de compañía. Por ejemplo, si visitas a un vecino y ves a una carpa dorada solitaria languideciendo en una pecera, podrías cambiar la vida de ese animal al explicarle gentilmente que la carpa dorada necesita compañía, espacio para nadar, escondites, filtración y control de temperatura, y alentar a tu vecino a proporcionarle estas cosas.
También puedes causar un gran impacto al instar a aquellos en posiciones de poder a abogar por los animales. Pídeles a los refugios y grupos de adopción que dejen de promover a los perros que han sufrido un confinamiento de largo plazo como ” entrenados para quedarse en su jaula“, porque esto sugiere que los adoptantes deberían perpetuar ese tipo de crueldad. Pídele a tu veterinario que informe a los clientes sobre las necesidades sociales y emocionales de sus animales de compañía, así como sus necesidades físicas. Y presiona a tus funcionarios locales electos para que aprueben leyes más fuertes que protejan a los animales cuya felicidad y bienestar dependen completamente de sus guardianes.