Las fábricas de cachorro son un secreto bien guardado de la industria del comercio de mascotas. Ellos proveen animales a las tiendas de mascotas y a los fanáticos de las razas puras sin preocupación alguna por los millones de animales que morirán en los refugios de animales como consecuencia de ello. Es práctica habitual para las fábricas de cachorros mantener a los animales hacinados, en burdas y pésimas condiciones sin la debida atención veterinaria o socialización.
Las perreras de las fábricas de cachorros pueden ser cualquier cosa, desde pequeñas jaulas de madera y malla de alambre hasta cabinas de tracto-remolques o simplemente cadenas atadas a los árboles, donde la madre y sus cachorros pasan todos los días al aire libre en el mismo pequeño espacio de tierra y en cualquier tipo de clima.
Las perras son preñadas una y otra vez hasta que ya no pueden producir cachorros – punto en el cual son subastadas o asesinadas. Las madres y sus camadas a menudo sufren desnutrición, exposición al clima y la falta de una atención veterinaria adecuada.
Investigaciones encubiertas en fábricas de cachorros han revelado que a menudo los perros no tenían cama o protección contra el frío o el calor, ni atención veterinaria regular, incluso cuando enfermaban. Condiciones de salud como ojos con costras y supuración, infecciones del oído, sarna que convirtió su piel en una masa de costras rojas y abscesos en sus patas por los implacables pisos de alambre fueron ignorados o tratados inadecuadamente. Los investigadores han observado perros girando frenéticamente en sus jaulas pequeñas y meneándose sin cesar hacia adelante y hacia atrás, haciendo caso omiso de cualquier cosa alrededor de ellos – su única manera de enfrentar la desesperación.
Ya que las fábricas de cachorros crían perros por cantidad, no calidad, los defectos genéticos imperan. Estos pueden incluir problemas físicos que requieren tratamientos veterinarios costosos, así como trastornos de personalidad que a menudo hacen que los guardianes abandonen a sus perros producto de la frustración.
Con los millones de perros y gatos no deseados (incluyendo de raza pura) muriendo cada año en refugios animales, simplemente no hay razón alguna para criar y vender animales para el comercio en tiendas de mascotas. Sin estas tiendas, el incentivo financiero para las fábricas de cachorros desaparecería y el sufrimiento de estos perros terminaría.
Tú puedes ayudar. Es tan fácil como el ABC – Animal Birth Control (Control de Natalidad Animal). Siempre castra o esteriliza a tus animales de compañía y nunca los compres de un criador o tienda de mascotas.