Después que una pecera gigante estallara en el Café T-REX en Downtown Disney, PETA pide al restaurante eliminar sus acuarios y dejar de poner en exhibición a animales inteligentes y sensibles.
Después que una pecera gigante estalló en el Café T-REX en Downtown Disney en Orlando, Florida – haciendo que los empleados salieran en desbandada para salvar a los peces – PETA escribió rápidamente una carta a los propietarios del restaurante pidiéndoles que quitaran los acuarios de forma permanente y dejaran de poner animales vivos en exhibición.
Los peces nacen para morar en los majestuosos mares, pero cuando se les obliga a nadar en círculos interminables en cautiverio, sus vidas se convierten en un limbo interminable. Las investigaciones han demostrado que los peces son animales inteligentes capaces de reconocer a individuos, aprender los unos de los otros, usar herramientas, y mantener relaciones sociales complejas. Se comunican entre sí a través de ladridos, clics, crujidos y otros sonidos de baja frecuencia que solo podemos escuchar con micrófonos submarinos. El zumbido constante de los filtros y las bombas de las peceras, así como los ruidos del exterior pueden estresan enormemente a los peces y pueden incluso interferir con su comunicación. El experto en peces, Phillip Lobel, dice que “por lo menos, estamos interrumpiendo su comunicación; en el peor de los casos, los estamos volviendo locos“. Un comedor ruidoso y abarrotado simplemente no es lugar para los peces.
Como PETA señala en la carta a T-REX, el restaurante todavía puede acaparar la atención de sus comensales instalando un acuario lleno de cautivadores peces hechos de vidrio soplado, o de peces robóticos completamente operativos, o mediante la instalación de una enorme pantalla de plasma que muestre imágenes continuas de animales marinos en su hábitat natural. Estas opciones ofrecen la misma belleza y efectos calmantes de un acuario con animales vivos sin el cruel confinamiento y el costoso mantenimiento.